Uno de los detenidos en El Raval es un imán pakistaní que llegó para enseñar el Islam

Barcelona. (EFE).- Uno de los detenidos ayer en Barcelona en el marco de una operación contra el terrorismo islamista es un imán pakistaní que llegó a la ciudad hace tres meses con la intención de establecerse aquí y que instruía en el islam en la mezquita de la calle Hospital.

a también clases de castellano y de catalán en diversos centros del Raval, en las calles Princesa y Joaquín Costa, según ha asegurado Nadim Ayub Begum, hijo de otro de los detenidos ayer, Muhammad Ayub, en la panadería-pastelería que regenta desde el año 2000 en la calle Hospital de Barcelona.

Nadim Ayub, que ha dicho que otro de los detenidos es un indio llamado Jamal, ha explicado que el imán había residido en Barcelona dos años atrás y que ahora había regresado con la intención de montar un negocio de importación y exportación de productos textiles. «Sheikh Mirza Maroof venía a esta mezquita porque es la más grande de Barcelona y atrae a muchos musulmanes de la ciudad y de los alrededores, y lo único que hacía era dar clases de islam», ha dicho Nadim Ayub.

Su padre, detenido en la mezquita la madrugada del viernes y que ayer por la noche fue conducido por la Guardia Civil al establecimiento de su hijo para practicar un registro, «iba mucho a la mezquita porque está jubilado», según ha relatado. Se trata de un hombre trabajador, que reside en el país desde hace 30 años y que tiene la nacionalidad española, según su hijo, que hoy ha abierto al público su panadería-pastelería y que se ha mostrado muy crítico con el trato recibido anoche contra su padre. «Lo trajeron al local esposado y con la cara descubierta, y eso no se hace. Con un español de origen no lo hubieran hecho nunca, lo hubieran tapado para que no se le reconociera, pero a él no, es la política que siguen con los musulmanes», ha dicho.

Las imágenes de su padre cuando salía de la pastelería fueron captadas por alguna televisión y hoy Nadim Ayub se quejaba y afirmaba: «las imágenes llegan a todas partes, mi padre es muy conocido en el barrio y ahora todo el mundo sabe que está detenido, aunque aun no sea culpable de nada». Asegura que ha recibido incluso llamadas de Pakistán, de donde son originarios, interesándose por lo que ha sucedido.

Durante el registro de anoche, según ha contado Nadim Ayub, los agentes se llevaron dos ordenadores que tenía en la tienda, así como un ejemplar del Corán y diversos pasaportes de compatriotas que él asegura guardar para que no se extravíen, porque son de personas que no tienen domicilio fijo. Además del trato recibido por su padre, Nadim Ayub ha mostrado su disgusto porque este tipo de operaciones criminaliza a todo el colectivo musulmán. «El islam condena la violencia y no dice nada de que se ha de matar», ha asegurado, antes de añadir que desconoce si su padre está aún detenido en Barcelona o ha pasado ya a disposición de la Audiencia Nacional.

La pastelería-panadería permanece hoy abierta en la calle Hospital del Raval barcelonés, al igual que los numerosos comercios regentados por inmigrantes que se suceden en sus calles. Una clienta habitual del establecimiento, vecina del barrio de toda la vida, se ha acercado a tomarse un café y ha asegurado que tanto Nadim como su padre «son gente formidable».

Justo al lado, en el número 91 de esa misma calle, un musulmán pasaba esta mañana el aspirador por las alfombras de la mezquita donde se practicaron las detenciones la madrugada de ayer, y sobre las que al parecer dormían algunos de los detenidos cuando se produjeron los arrestos.

http://www.lavanguardia.es/lv24h/20080120/53428667394.html